Escuchar La Melodia Mietras se lee el Poema
**********
Entre suaves versos de
Amor profundo
Con la pluma de su corazón
Y la tinta comprometedora de su sangre,
Haciéndole saber aquel encuentro;
Con una luna de airado despertar,
Con nubes que oscurecían de pronto la noche
Su amada esperando en aquella mesita
Observando con impaciencia el viejo abstracto
Que corre y suena con amenaza
Proclamando aquel atraso.
**
Los viejos tiempos y caminos
Que escribían decepción
Mientras aquél que en su carreta
perdióse en la niebla
Establecida y dominante
Y el camino que de pronto
Se vuelve un campo de batalla
Dando al general una orden de muerte.
¡¡No importa si el cielo oscurece!! Repetía
Seguiré y besare esos dulces labios
De grata sinfonía.
***
Frente a aquel deseo
Anhelado de mirar un segundo a su amado
Cansóse su corazón de esta larga espera
Que dependía de los dos con cautela,
Miro por ultima vez la mesita donde
Estaba la carta que marco su memoria,
Marchóse con la vara del recuerdo
En su pecho de cruel angust'ia y decepción.
****
Esta es la leyenda
De la hermosa sinfonía
Que se escucha con holgura
Sin saber que en cada nota y silencios
Relata la trágica experiencia
De dos amados que termina
En simple y real agon'ia.
Anabelis (keren)
Amor profundo
Con la pluma de su corazón
Y la tinta comprometedora de su sangre,
Haciéndole saber aquel encuentro;
Con una luna de airado despertar,
Con nubes que oscurecían de pronto la noche
Su amada esperando en aquella mesita
Observando con impaciencia el viejo abstracto
Que corre y suena con amenaza
Proclamando aquel atraso.
**
Los viejos tiempos y caminos
Que escribían decepción
Mientras aquél que en su carreta
perdióse en la niebla
Establecida y dominante
Y el camino que de pronto
Se vuelve un campo de batalla
Dando al general una orden de muerte.
¡¡No importa si el cielo oscurece!! Repetía
Seguiré y besare esos dulces labios
De grata sinfonía.
***
Frente a aquel deseo
Anhelado de mirar un segundo a su amado
Cansóse su corazón de esta larga espera
Que dependía de los dos con cautela,
Miro por ultima vez la mesita donde
Estaba la carta que marco su memoria,
Marchóse con la vara del recuerdo
En su pecho de cruel angust'ia y decepción.
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Esta es la leyenda
De la hermosa sinfonía
Que se escucha con holgura
Sin saber que en cada nota y silencios
Relata la trágica experiencia
De dos amados que termina
En simple y real agon'ia.
Anabelis (keren)
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